Minority Report un poco más cerca: Mycestro

Un pequeño mouse que se acopla a nuestro dedo permite trabajar con el ordenador cómo en la famosa película.

No se asusten con el titular de esta noticia, no se trata del descubrimiento de personas que pueden ver los crímenes que se producirán en el futuro, si no un mouse (ratón) que nos acerca al paradigma de interfaz de usuario propuesto en el mismo film de ciencia ficción y mostrado en una célebre escena por Tom Cruise.

El Mycestro es un “ratón de dedo”, el cual se viste (aunque dudo que pueda clasificarse como wearable puro) en el dedo índice (u otro si le fuera más práctico al usuario) y se utiliza junto con el pulgar. Este último es el dedo encargado de las pulsaciones de los tres botones que tiene en el lateral.

Este dispositivo es lo que se conoce como un air mouse, es decir, que controlamos el cursor sin tener el ratón en contacto con ninguna superficie por la que este deba desplazarse, si no que lo movemos en el aire.

A diferencia de otros ratones que sí utilizan el paradigma de funcionamiento del air mouse, el Mycestro tiene un control de desplazamiento del puntero: si no estamos pulsando un determinado botón con el dedo pulgar, este no se desplaza.

De esta forma, podemos mover la mano con libertad sin mover involuntariamente el puntero de la posición en la cual lo tenemos fijado.

Se conecta al dispositivo que queramos controlar por Bluetooth, siendo compatible con las principales plataformas informáticas actuales: Windows, Mac OS X, Android y GNU/Linux.

La aplicación de control permite personalizar parámetros cómo la velocidad de desplazamiento y la sensibilidad del mouse.

El Mycestro es ideal no solamente para entornos de trabajo en los cuales suframos de la falta de espacio para trabajar con un ratón, si no también para utilizarlo en presentaciones interactivas, mientras el ponente deambula por el auditorio, o en una aula, a distancia, mientras se está entre los alumnos. Incluso un alumno puede resolver cualquier cuestión en la pizarra electrónica sin tener que moverse de su sitio.

El único handicap que presenta este gádget es su precio: 149 dólares. Excesivamente caro para un uso que, en el fondo, es limitado, si no es que está bien justificada su adquisición.